Cuarta Entrega de las Técnicas de Estudio. El horario personal de estudio  

Publicado por Carlos

¿Cuántas veces has dejado tu tarea para el fin de semana?; ¿Te ha pasado que llegas al domingo por la tarde y aún tienes todos los deberes escolares pendientes? Si a estas preguntas has respondido positivamente, seguramente te ha faltado una correcta planificación de tus horas de estudio. A menudo no basta solamente con la voluntad de estudiar: hay que crear hábito.


Estamos comenzando el curso y es importante empezarlo de la mejor manera posible. Muchos tienen verdaderos problemas para seguir el ritmo de las clases, entender a los profesores e incluso seguir el contenido de las asignaturas. Detrás de todas estas dificultades se encuentran verdaderos problemas de organización y mentalización sobre la tarea a realizar. No olvides que estudiar tiene truco, y en la medida que los conozcas, apliques y respetes vas a ver como tu rendimiento aumenta significativamente, además de tus logros y resultados en cada una de las evaluaciones. No hay nada que no pueda hacerse con esfuerzo y constancia.

Y como todo, el saber estudiar también tiene unos principios que debemos respetar y seguir. En esa labor hemos comenzado esta serie de monografías, las cuales intentan seguir un desarrollo más o menos lógico de lo que sería la puesta en marcha de un programa de estudio y hábitos de trabajo.


Días atrás estuvimos viendo la importancia de la predisposición y organización del espacio, además de la actitud hacia el estudio y los primeros días en el centro. A estas alturas el curso ya ha comenzado, y con el las primeras horas de clase, los primeros deberes y los primeros trabajos. Por eso es importante empezar bien, y el comienzo lo vamos a tener con la toma de apuntes y la organización del horario de estudio, aspectos que serán los siguientes en abordar en nuestro programa.

Por un lado el trabajo en el centro, a través de la planificación y el trabajo que vamos a hacer de cada una de las asignaturas durante la jornada escolar, y luego el trabajo de organización y ordenación de la información que debemos tener en nuestra casa al finalizar la jornada en el instituto. En ambos casos, nos encontramos con dos actividades claves, que debemos preparar a conciencia, organizarlas y respetar su dedicación.


El horario escolar es un síntoma claro de nuestra conciencia hacia el curso que estamos realizando. No podemos hablar de un único horario escolar, ya que éste depende de múltiples factores en el que debemos tener en cuenta tanto los aspectos físicos y mentales de cada uno, como su capacidad organizativa, de memoria y comprensión de los materiales trabajados. Cada uno es diferente y no podemos intentar unificar un único horario, ya que este debe personalizarse para cada uno atendiendo a cada una de las personalidades y características de las personas a las que va dirigido.

Una correcta planificación del estudio a través de la confección del horario debería tener las siguientes consideraciones básicas:

a) Flexible : de manera que se pueda variar según las circunstancias
b) Controlado : revisado periódicamente para ver en qué medida se cumple lo previsto y la necesidad de realizar modificaciones en el programa
c) Puntual : logrando que se convierta en un hábito, una costumbre
d) Realista : de acuerdo a las posibilidades de cada uno
e) Equilibrado : en el que se tengan en cuenta todas las actividades dosificando el esfuerzo
f) Completo : dedicado a todos los aspectos, no sólo a unos pocos

Lo primero que debemos es analizar nuestras verdaderas posibilidades y ser realista en el análisis que hagamos de nuestras posibilidades. ¿Te cuesta estudiar? ¿Eres buen estudiante? ¿Sientes predilección por alguna asignatura en particular? ¿Te resulta fácil entender determinados contenidos?, son algunas de las preguntas que debes hacer antes que nada. En ese caso, tras el análisis inicial podemos clasificar las materias en función de las impresiones que vas teniendo de los primeros días de trabajo en el aula. En unos casos veras que las asignaturas cumplen tus expectativas, y en otros veras que las superan o por el contrario las ves mejoradas en función de lo que pensabas iban a pedirte. Analiza, en la medida de lo posible y teniendo en cuenta estos elementos, las asignaturas en las que probablemente vas a tener mayores dificultades, y distínguelas de las que previsiblemente se te van a dar mucho mejor. Este será nuestro primer indicador de planificación.


Recuerda que esta planificación inicial te va a servir para dos objetivos claves. Por un lado planificar tu trabajo en casa, y por otro planificar el conjunto de esfuerzos y trabajos a desarrollar en el centro ( tomar apuntes, preguntar dudas al profesorado, asistir a los departamentos para aclarar dudas, etc…).

En casa planifica tu horario reservando al menos entre dos o tres horas diarias de trabajo ( ojo que digo trabajo y no solamente estudio). De lunes a sábado, tres horas son 18 horas que resultan más que suficientes para llevar a día la materia en la enseñanza secundaria y el bachillerato. El establecer esta regularidad te evitará, acumular materia y los conocidos apretones de horas de estudio los días de antes del examen que no sirven sino para ponerte nervioso, y provocarte bloqueos en el momento de hacer el examen o presentar los trabajos de clase.


A la hora de organizar estas horas será clave el análisis del rendimiento y el esfuerzo de las materias que comentamos en líneas anteriores. La lógica en este caso es aplastante, las asignaturas cuanto más complejas y difíciles de entender necesitan más dedicación y tiempo ( sin excluir para alguno de ustedes el apoyo exterior en clases particulares a lo largo del curso o parcialmente en algún momento o periodo del tiempo escolar). Comienza siempre con estas asignaturas y no las dejes para el final, que seguramente te encontraras más agotado/a y con menos capacidad de retentiva y lucidez. Para el final deja las materias que conoces, que mejor se te dan, y sobre todo los trabajos prácticos ( en todas las lecturas que podamos hacer es siempre mejor acabar bien el día, de manera agradable y amena). Y sobre todo, una vez que tengas organizado tu horario, cúmplelo. No vale el romperlo cada dos por tres, cuando te llame el amigo o la novia por teléfono, cuando te digan que si sales a dar un paseo o ir al cine, cuando veas l tele y te guste el programa que están dando, o simplemente te pongas a oír música. Todo esto solo sirve para romper la dinámica del estudio y evitar que adquieras su hábito.

Recuerda siempre descansar antes del estudio (una siestita de media o una hora es suficiente), tomar algún alimento suave y practicar ejercicio o tener algún hobby que te permita, en un momento determinado, desconectar también del estudio y trabajo del instituto. La persona que sabe planificarse desde el principio seguro que encuentra tiempo para todo.


Muy importante, evita por todos los medios:

a) Acumular apuntes sin pasar a limpio e incompletos.
b) Apuntes que no entiendes su significado o resultan inconexos y sin sentido.
c) Los atracones los días antes del examen o el día antes de presentar los trabajos.
d) Obsesionarte con estudiar, dedicando 4 ó 5 horas diarias. Por ahora no las necesitas.
e) No dormir, comer mal o no practicar ningún hobby o deporte.
f) Las largas horas de sesiones de televisión, ordenador, internet o consolas de juegos.
g) Romper las horas de estudios que has planificado previamente.


Como resumen a todo lo comentado, recuerda a la hora de planificar tu estudio en casa o en la biblioteca:

El horario de estudio debe ser a la misma hora para que se convierta en hábito.


Planifica bien cómo harás los trabajos; no improvises.

Es preferible comenzar con objetivos pequeños que aspirar muy alto y no poder cumplirlos.


La constancia es una condición fundamental para adquirir un correcto hábito de estudio.

Planifica también los descansos. Son parte importante de una sesión de estudios. Por cada 45 minutos de trabajo, tómate 5/10 minutos de receso.


Ordena las materias en función de su dificultad. No comiences con la más difícil, tampoco con la más fácil. Las asignaturas neutras sirven de calentamiento.

Deja para el final aquello que te resulte más grato. Quedarás con buen sabor de boca.


Confecciona un horario donde dejes muy claro qué tiempo vas a dedicar a cada cosa. Compártelo con tus hermanos y tus padres. Ellos te ayudarán a respetarlo

This entry was posted on sábado, septiembre 27, 2008 . You can leave a response and follow any responses to this entry through the Suscribirse a: Enviar comentarios (Atom) .

1 comentarios

Anónimo  

Me parece muy interesante lo que cuentas en esta cuarta entrega de tecnicas de estudio, considero que la planificacion es muy importante a la hora de conseguir unos buenos resultados, y nuestro objetivo, aprobar en los examenes. Creo que toda planificacion necesita fijarse un objetivo claro y realista, el nuestro tratar de saber, como bien dice Carlos, que tal se nos da la asignatura a planificar y ajustar esa planificacion a la realidad, del tiempo que necesitamos para prepararla sabiendo nuestras limitaciones respecto de ella, creo que debemos fraccionar esa planificacion en etapas sucesivas, por ejemplo, la buena toma de apuntes en clase, la posterior limpieza de los mismos, trabajar con ellos y estudiarlos para el examen. Y pienso que una parte importante de toda planificacion que se precie es anticiparse a los imprevistos, como puede ser el caer enfermo y no poder ir a clase, intentando tomar prestado apuntes de compañeros para confeccionar los tuyos a partir de estos, tambien, volver a revisar las horas propuestas en un principio para una asignatura que creiamos que nos iba a resultar mas facil, etc.
Creo que adquirir el habito de la planificacion a la hora de estudiar es super importante para conseguir los resultados esperados, que es superar los examenes con buenas notas.