Quinto comentario: "El enemigo está dentro de tí" del libro Aplícate el cuento.  

Publicado por Carlos

Había una vez un monje que en todo momento buscaba la perfección. No soportaba la menor imperfección en los cánticos religiosos; una arruga en la ropa; un plato mal lavado; una palabra mal dicha; un error o equivocación por insignificante que fuera. Le resultaba intolerable si algún compañero bostezaba en los oficios religiosos o si veía una mota de polvo en los bancos de la iglesia.

Sufría mucho con sus compañeros en el monasterio y, convencido de que allí no le iba a ser posible encontrar la perfección, pidió permiso al abad para irse a vivir completamente solo. Se llevó lo imprescindible: algunas ropas, sus libros de rezos y una cántaro para llenarlo con agua del río.

Eligió como morada un lugar muy bello y pasó la noche en oración. Cuando amaneció, se despertaron los pájaros y flores y pensó, agradecido, que allí si, por fin, encontraría la perfección deseada.

A media mañana tuvo sed, fue al río a buscar agua y, al cargar el cántaro, sele derramo un poco de su contenido. No aceptó esa mínima imperfección, arrojó el agua con despecho y se le mojaron y enfangaron los pies con el polvo del camino. Volvió a tomar agua y de nuevo se le derramó. Repitió la operación con cierta inquietud, y a la tercera vez, lleno de cólera, quebró el cántaro.

La causa de mi cólera no está en los demás – pensó al calmarse-. El enemigo está aquí adentro.
Regresó al monasterio, pidió perdón y desde aquel día, empezó a ver con ojos nuevos y cariñosos a sus compañeros.

This entry was posted on jueves, enero 29, 2009 . You can leave a response and follow any responses to this entry through the Suscribirse a: Enviar comentarios (Atom) .

2 comentarios

Anónimo  

la conclusión que saco yo es que el monje lo quería todo perfecto hasta que se dió cuenta al sufrir los inconvenientes en el río, que no eran los compañeros los que cometían los fallos sino que era él,el que veía todo imperfecto y decidió volver al monasterio y les pidió perdon a los compañeros y desde ese día los trato a todos con cariño y sin correcciones.

MNGHT  

Bueno, texto bastante conmovedor jeje, el monje, como muchas personas, estuvo comentiendo un grandisimo error a lo largo de su vida y tuvo que cometerlo el mismo para darse cuenta de lo que realmenet ocurría. Eso es algo que comúnmente pasa en todas las personas, sobre todo en aquellas que no son capaces de admitir sus errores. Al fin y al cabo, el error es la clave del progreso ("De los errores se aprende").

Un saludo y me alegro de volver a comentar.